Cuando digo algo en serio, debo decir "en serio" más de tres veces para que me creas, para que tengas certeza de mis palabras y también para que yo mismo no me vaya entre las ramas exagerándolo todo. Te digo "en serio" en serio, levanto los brazos con las manos bien abiertas y te muestro mis palmas extendidas -tal y como lo hacen los futbolistas cuando quieren evitarse una tarjeta amarilla o roja-, encojo
los hombros, abro mis ojos bien abiertos detrás de estas gafas recetadas, mis fosas nasales se anchan -suena feo, pero así es-, intensifico cada vez más la palabra "serio" cada vez más como si llevara una tilde en la primera sílaba; descruzo las piernas, te miro a los ojos incrédulos que tienes, y te digo que no soy exagerado (ver este mismo blog), pero que me fascina cuando no me crees lo que te digo y tengo que hacer todas estas muecas otra vez hasta cuando te aburres y dices "te creo", y yo repito "es en serio".
brutal video! Y la historia que lo acompaña es muy bacana!depronto le voy a hacer una "adaptación" en mi blog.
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