domingo, 20 de febrero de 2011

Se llamaba Álvaro de Campos, y también Alberto Caeiro; aunque siempre fue Ricardo Reis o Roberto Soares. Todos eran el mismo Fernando Pessoa, aquél poeta Portugués. Así también le pasa al señor Q, o Kú para sus amigos. Algunas veces él es Martin Tupper, otras tantas es Ted Mosby, Michael Dorian o Jerry Seinfeld. El primero es un man que toda la vida ha visto televisión y todo lo que ve o todo lo que dice, le recuerda una escena de una película de esas a blanco y negro. El segundo, Ted Mosby, siempre está en el mismo bar con sus amigos tratando de buscar a la chica perfecta para poder contarle a sus hijos en el futuro. Michael Dorian, el tercero, es un doctor muy inseguro de sus capacidades y siempre imagina cosas improbables como 99 Globos Rojos en un hospital. El último es Jerry Seinfeld, un comediante un poco ocurrente que siempre usa tenis en vez de zapatos elegantes. Los que creó Pessoa siempre escribieron poesía o ensayos literarios. Los que creó Kú, no fueron creados por él, pero se parecen mucho a lo que él es: 30añero, aún usa tenis, todo le recuerda alguna película, siempre está en el mismo bar con sus amigos y aún imagina 99 Globos Rojos. Personajes muy honestos, muy humanos. A veces son mentirosos y atrevidos, hasta infantiles. Otra cosa curiosa es que en cada temporada todos estos personajes aparecen con una chica distinta. Yo creo que Pessoa pensó lo mismo cuando le dio vida sus heterónimos (más de 50). Kú lo sabe. Kú siempre ha vivido frente a un televisor. Siempre ha disfrutado las risas grabadas en sus series favoritas (Dream On, How I met your Mother, Seinfeld, Scrubs) y lamenta que en su vida no las haya; sobre todo para aquellos momentos en que dice algo gracioso que suele ser, en el mayor de los casos, una mentira.

lunes, 7 de febrero de 2011

Yahweh - U2

Deberías de llevarme en tu billetera o en tu cartera. No necesito de oraciones ni de velones o cualquier otro mito o rito. Olvídate de la vitelita del divino niño o de la virgen del carmen o del sagrado corazón. ¡Qué cuentos de poner a San Antonio de cabeza! O de pedírle a los santos y a las orishas. Olvídate de eso, mujer. No me llamo Yahweh, ni Jehová, ni Zaratustra. Tan sólo respondo al nombre de Señor Kú. Y soy el único que te garantiza el regreso del ser amado. Te aseguro que consiguirás al amor que tanto anhelas. Te demostraré que estar sola es mejor que mal acompañada -o en mi compañía, en su defecto-
Sólo dame la oportunidad de enamorarme de ti y entonces sabremos los dos que ya estás lista para salir corriendo. "Take this heart...and make it break"