Esta mañana mientras se ataba sus cordones, recordó su error,
domingo, 27 de noviembre de 2011
El error lo cometió 3 veces. No supo leer las señales, sólo siguió adelante. Cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde y el Señor Kú se sintió desolado. Era obvio. Supo que eso pasaba o pasaría luego de cometer el mismo error por segunda vez, por lo tanto la primera vez es perdonable, pero la segunda (?) y ni qué decir de la tercera. Sabía las consecuencias y aún así se aventuró. Su secretaria, por llamarla de alguna manera, le explicó que eso no se hacía porque los resultados sería funestos y tristes, y en efecto así fueron las 3 veces. La excusa siempre fue simple para él -jamás lo leyó en sus libros y en las películas que veía tampoco le decían nada al respecto. Mr. Q tan solo hizo lo que le pareció apropiado -Vaya error!
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